(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 17 de Diciembre de 2007)
La enfermedad de Fabry es un
trastorno recesivo ligado al cromosoma X que se caracteriza por depósitos
lisosomales debido a una deficiencia del enzima α-Gal A leucocitaria; aunque la
deficiencia de esta enzima puede evidenciarse en un amplio espectro de células,
incluyendo células endoteliales, músculo liso vascular, epitelio renal y
neuronas de la raíz dorsal. El sustrato sobre el que actúa el enzima α-Gal A es
una ceramida que se acumula en esas células resultando en las manifestaciones
clínicas de la enfermedad. En S. Choudhury, S. Meehan, and H. T. Shin. Fabry
disease: an atypical presentation. Pediatr Dermatol. 22 (4):334-337,
2005; se revisa el estado actual de conocimiento sobre el tema a
propósito de un caso de la enfermedad.
La enfermedad que por lo general se
manifiesta en niños y adolescentes origina dolor y parestesias de las
enfermedades con la aparición de múltiples angioqueratomas que se localizan
entre el ombligo y las rodillas, aumentando en número y tamaño con la edad. Los
angioqueratomas pueden ser confundidas inicialmente con petequias resultando en
retraso de su diagnóstico. Los episodios de dolor, habitualmente en manos y
pies, tienen carácter episódico, punzante y se asocia a fiebre de bajo grado y
alteraciones vasomotoras. Los pacientes con enfermedad de Fabry tienen una mayor
predisposición a desarrollar trombosis. Los síntomas neurológicos incluyen
convulsiones, hemiplejia y afasia. Las manifestaciones cardiológicas incluyen
arritmia, insuficiencia cardiaca, valvulopatía e infarto cardiaco. Entre las
manifestaciones renales se citan proteinuria, hipertensión arterial y
alteraciones en la reabsorción tubular renal.
Tanto las manifestaciones renales como las cardiacas son la causa habitual de
muerte de los varones afectados. La enfermedad en mujeres heterocigotas tiende a
ser menos severa, pueden aparecer dolor acral, angioqueratomas, cataratas y
afectación visceral.
El
diagnóstico de enfermedad de Fabry puede ser confirmado por biopsia de piel.
Histopatológicamente las lesiones son similares a petequias con vasos dilatados
en la dermis superficial con grados variables de acantosis e hiperqueratosis. La
microscopia electrónica puede mostrar las típicas inclusiones en el endotelio
vascular, fibroblastos y pericitos. El examen con lámpara de ehendidura puede
demostrar la presencia de opacidades coneales.
Hasta
el año 2003 el tratamiento de la enfermedad de Fabry fue sintomático, se
recomendaba fenitoina, carmacepina o bajas dosis de morfina. Desde el año 2003,
existe la posibilidad del tratamiento de reemplazo con la enzima α-Gal A
recombinante humana. Ensayos clínicos realizados al efecto demostraron que el
tratamiento de reemplazo intravenoso con la enzima fueron efectivos para
disminuir las crisis de dolor, como para mejorar los depósitos celulares de
ceramida; no obstante, están por determinar las dosis óptimas del enzima y su
seguridad sobre todo en niños.
Prof. Dr. José Uberos Fernández
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