Los adenomas hipofisarios son tumores
infrecuentes que se observan en el 2.7% de todos los tumores supratentoriales
observados en niños. Los adenomas funcionantes son mas fácilmente observados en
niños que en adultos. Las manifestaciones de tipo endocrino estan presentes en
el 78% de los pacientes, en el 31% de los casos las manifestaciones endocrinas
son las únicas manifestaciones iniciales. Las alteraciones de campo visual son
mas frecuentes en los macroadenomas de mas de 1 cm.
En el pasado estos adenomas se
clasificaban en función de las características histológicas tintoriales
(eosinófilas, basófilas), en la actualidad el desarrollo de anticuerpos
específicos frente a las hormonas hipofisarias y la posibilidad de desarrollar
estudios de anatomía ultraestructural ha modificado sustancialmente este
aspecto. En F. B. Diamond, Jr. Pituitary adenomas in childhood: development and diagnosis.
Fetal Pediatr Pathol. 25 (6):339-356, 2006; se consideran
aspectos de interés sobre el diagnóstico de los adenomas
hipofisarios.
La hipófisis anterior y los lóbulos
intermedio se forman tras invaginación del intestino primitivo en la bolsa de
Rathke durante la 4ª semana de desarrollo embrionario. En el transcurso de la 13
semana de gestación estas estructuras se fusionan con las estructuras derivadas
del neuroectodermo y que han dado lugar a la hipófisis posterior. La
diferenciación de las células progenitoras de la hipofisis es regulada por
factores de transcripción que se originan en el diencéfalo ventral.
Los
adenomas hipofisarios se forman directamente de células transformadas por
estímulo hormonal y de factores de crecimiento, con expansión clonal de una sola
célula mutada. Varios mecanismos intracelulares pueden contribuir al desarrollo
de tumores hipofisarios. La pérdida del alelo 11q13 ha sido demostrada en
tumores hipofisarios asociados con el síndrome de MEN 1 (neoplasia endocrina
múltiple). La delección alélica también ha sido demostrada en el 12-28% de los
adenomas esporádicos.
Adenomas hipofisarios secretores de ACTH.
En la
clasificación clásica estos adenomas tenían características basofílicas en las
tinciones histológicas. Los análisis inmunohistoquímicos demuestran la presencia
de ACTH y proopiomelanocortina. Los adenomas productores de enfermedad de
Cushing pediátrica por lo general son menores de 5 mm. Debe considerarse que en
el 75% de los casos de hipercortisolismo detectado en niños se puede demostrar
una secreción hipofisaria aumentada de ACTH. El 83% de los niños afectados
manifiestan un enelentecimiento del crecimiento en longitud y comparado con las
obesidades de origen exógeno la edad ósea esta retrasada. Los glucocorticoides
reducen la absorción de calcio en el intestino, de ahí que en el 80% de los
pacientes se puedan evidenciar cambios osteopénicos u osteoporóticos. La
necrosis avascular de la cabeza femoral y humoral también son frecuentes. La
amenorrea o dismenorrea puede observarse con frecuencia. La pubertad puede ser
precoz o retrasada. El primer paso en su diagnóstico suele consistir en
documentar el hipercortisolismo. El cortisol endógeno refleja menos del 5% del
cortisol excretado por orina. El cortisol excretado en orina puede exceder los
70-80 mg/m2 y día. En el pasado el test de supresión con dexametasona
se utilizó para diagnosticar la enfermedad de Cushing, el fallo de supresión en
la excreción de 17-OH cetosteroides urinarios tras 0.5 mg/6 h de dexametasona
durante 48 horas documenta el hipercortisolismo. La administración de altas
dosis de dexmetasona (2 mg/6h, durante 48 h) suprime los niveles de 17-OH
cetosteroides urinarios en el 80% de las enfermedades de Cushing. El diagnóstico
por imagen (RNM) en ocasiones es problemático dado el pequeño tamaño de las
lesiones.
Adenomas hipofisarios secretores de prolactina, GH, TSH o
gonadotropina.
El
exceso de prolactina inhibe la GnRH y modula la liberación y acción de las
gonadotropinas. Sobre el ovario inhible la secreción de progesterona por el
cuerpo lúteo. En ambos sexos puede ser causa de una pubertad retrasada y un
retraso del crecimiento en longitud. La RNM de craneo y región hipotalamica
debería realizarse en cualquier niño con valores de prolactina en suero mayores
de 30 ng/ml.
El
gigantismo es la manifestación clínica habitual de los niños con hipersecreción
de GH. Los adenomas secretores de LH, FSH se asocian en los niños con precocidad
sexual, son muy infrecuentes.
Prof. Dr. José Uberos Fernñandez
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