jueves, 9 de febrero de 2017

Tiroiditis

(Reseña publicada en la WEB de la SEPEAP el 3 de Julio de 2006)

Por tiroiditis entendemos una inflamación de la glándula tiroides de diversa etiología que puede ir asociada a una función tiroidea normal, elevada o deprimida. La diferenciación entre entidades puede hacerse primariamente por la presentación clínica, rapidez de instauración de los síntomas, historia familiar y presencia o ausencia de síntomas prodrómicos o dolor de cuello. A. Bindra and G. D. Braunstein. Thyroiditis. Am.Fam.Physician 73 (10):1769-1776, 2006; resumen el manejo del paciente con tiroiditis.

Sobre la base de la presencia o ausencia de dolor se pueden clasificar en dos grupos:
Presencia de dolor:
  • Granulomatosa subaguda (de Quervain): Es la causa de tiroiditis dolorosa mas frecuente. Se afectan las mujeres 4 veces mas que los hombres. De etiología viral, el pico de mayor incidencia coincide con epidemias de Coxsackievirus y Echo. Los síntomas incluyen pródromos de mialgias, febrícula, faringitis, seguida de inflamación tiroidea dolorosa. La evolución es subaguda puede originar tanto hipo como hiperfunción tiroidea. El hipertiroidismo se observa en el 50% de los afectados y se debe a activación de los linfocitos T citotóxicos y lesión de las células foliculares tiroideas, de la que resulta liberación no controlada de tiroxina. Se produce depresión de la liberación de TSH, con lo que al cesar la inflamación se pasa a una fase hipotiroidismo. Los pacientes habitualmente vuelven a una situación eutiroidea en un plazo de 6 a 12 meses. En un 10% de los pacientes se aprecia un eutiroidismo persistente. Durante la fase hipertiroidea debe realizarse diagnóstico diferencial con el hipertiroidismo de la enfermedad de Graves; en ésta el tiroides esta muy vascularizado aspectos que pueden ser comprobados por ecografía, además la captación isotópica tiroidea es inferior a un 5%, en tanto en la enfermedad de Graves esta elevada. El tratamiento debe atender a disminuir el dolor y la inflamación con antiinflamatorios no esteroideos. De no observarse mejoría en el plazo de una semana puede utilizarse prednisona a una dosis de 40-60 mg/día.
  • Supurativa: Su etiología es infecciosa (no viral), los gérmenes implicados con mas frecuencia son Streptococcus pyrogenes, Estafilococo aureus o Streptococcus pneumoniae. La evolución es aguda, aunque en las formas no bacterianas la evolución puede ser subaguda. Diversas alteraciones congénitas como la persistencia del conducto tirogloso pueden favorecer el desarrollo de estos procesos supurativos. La función tiroidea no se ve afectada y la captación isotópica es normal.
  • Traumática o posradiación. De evolución aguda, existe destrucción del parénquima glandular, por lo que la función la captación isotópica es inferior al 5%. La función tiroidea puede estar reducida, aumentada o normal.

Ausencia de dolor:
Tiroiditis de Hashimoto
Tiroiditis linfocitaria
  • Enfermedad de Hashimoto: Su etiología es autoinmune y la evolución es crónica. La función tiroidea puede ser normal o estar disminuida y la captación isotópica puede estar normal o disminuida. Los anticuerpos frente a la peroxidasa tiroides son habitualmente altos. Los anticuerpos antitiroglobulina no son sensibles en su diagnósticos ya que sólo son positivos en el 20-50% de los pacientes. La figura de la izquierda corresponde a un corte histológico a bajo aumento de tiroides, con folículos tiroideos pequeños, con escaso coloide y células epiteliales foliculares de citoplasma rosado, abundante. Infiltración linfocitaria intersticial difusa, con formación de folículos linfoides en los que se reconoce centro germinal. Por la frecuencia con que deja hipotiroidismo residual, se recomienda iniciar tratamiento con tiroxina cuando los valores de TSH superan los 10 mcU/ml.
  • Linfocítica subaguda: Su etiología es autoinmune y su evolución subaguda. Clínica y patológicamente es similar a la tiroiditis posparto. La función tiroidea puede ser normal, aumentada o disminuida. La captación isotópica esta disminuida (inferior al 5%). 
  • Inducida por drogas: Entre los fármacos que pueden asociarse a tiroiditis se citan: amiodarona, interferón alfa, interlekina-2 y litio. La evolución puede ser aguda o subaguda y la función tiroides puede ser normal, disminuida o aumentada. La captación isotópica esta disminuida. 
  • Tiroiditis de Riedel. Tiene lugar fibrosis de la glándula, su evolución es crónica. La función tiroidea es normal o baja, al igual que la captación isotópica.


El siguiente algoritmo extraído de la publicación original esquematiza el manejo del paciente con tiroiditis.



Prof. José Uberos Fernández

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